Los fichajes invernales marcan el camino

Todos lo bordaron, especial mención para los 'nuevos'. Héctor Hernández, Wakaso y Adrián Ramos fueron de los más destacados en la mágica victoria ante el Betis

Granada C.F. - Real Betis Balompie
Adrián Ramos, durante una acción ante el Betis | Foto: Antonio L. Juárez
Daniel Sánchez-Garrido @Danisgr
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Tercera victoria en liga y primera noche para enmarcar. El Granada Club de Fútbol lo bordó el pasado viernes ante el Real Betis. Todo salió a la perfección. De repente, toda la oscuridad que rodeaba al equipo tras Ipurúa desapareció, y se abrió una línea de claridad diferente a las anteriores victorias.

Todos cumplieron y realizaron su tarea a la perfección. A partir del primer gol, el Granada fue un vendaval. Corrieron, presionaron, mantuvieran la intensidad en todo momento y no dejaron ni un respiro a los jugadores béticos, que se veían asfixiados ante la necesidad y ganas del equipo nazarí.

Dentro de los catorce jugadores que participaron son dignos de mención todos. Desde Alcaraz que volvió a sorprender con la alineación, repetir idea y esquema, y además le dio galones a Hongla -y un ‘recadito’ a Vezo-. Todos aportaron: Ochoa dio seguridad; Foulquier fue más capitán que nunca; Hongla dio un recital en el centro de la defensa. El camerunés tiene una jerarquía de un jugador de 30 años y no de 18; Ingason regresó a su versión más correcta; Gastón sacó la garra uruguaya; Uche lo barrió todo; Andreas volvió a llegar, mover y ’mojar’…

EL MEJOR CARCELA

Y Carcela volvió a ser el mejor Carcela. La importancia del extremo marroquí es vital. Es el mejor jugador del equipo y cuando arranca, caracolea, dispara y sonríe, las opciones de salvación del Granada aumentan exponencialmente.

AIRE FRESCO

Por último, los tres fichajes invernales que jugaron de inicio también merecen una mención especial. Debutaban en un once titular Héctor y Wakaso, y Adrián Ramos ocupaba una vez más la punta del ataque, donde es indiscutible desde que aterrizó en Granada.

Los tres nuevos rojiblancos dieron aire fresco al cuadro granadino. Cualquier lo diría cuando finalizó el mercado invernal, momento en el que Piru recibió ‘palos’ de todos los colores por un cierre bastante polémico por las marchas de jugadores nazaríes a rivales directos. No se entendió, pero quizás ellos sí sabían lo que hacían.

UN LATERAL IZQUIERDO DE GARANTÍAS

Yendo por nombres, Héctor Hernández dio esperanza a la afición granadinista de que un lateral izquierdo de garantías es posible. El defensa cedido por la Real Sociedad defendió con eficacia y atacó con determinación. La misma determinación que le hizo robar el balón a Mandi, llegar hasta línea de fondo y poner un centro medido a la cabeza de Adrián Ramos, que se estrenaba como goleador. Era el 2-0 y el éxtasis en Los Cármenes.

La implicación de Héctor es alucinante. Los aficionados lo han declarado nuevo ídolo en las redes sociales. En declaraciones al programa radiofónico Tiempo de Juego, de Cadena Cope, el vallisoletano afirmó que pagaría lo que fuera, lo que quisieran, si el Granada se salvaba. Profesionalidad y compromiso para un vestuario que ha estado muy machacado durante todo el curso. Ya lo avisaban sus compañeros de la Real Sociedad en mensajes de despedida por Twitter cuando el jugador emprendía la aventura en Granada. Héctor es un diamante por pulir.

VIDA EXTRA

Avanzando por el terreno de juego, Wakaso también dio su mejor nivel, y con el paso de los minutos puede mejorar. Alcaraz le dio el centro del campo junto a Uche y Andreas, y el ghanés entendió a la perfección su tarea. Él es el ‘todoterreno’ del equipo, hace mejor a los de su alrededor, les da más vida -el nigeriano lo agradece especialmente, que otrora acababa los partidos totalmente desfondado-. De las botas de Mubarak nació el primer gol. Robó y cedió a Carcela, que definió en modo Champions.

EL PRIMER DOBLETE DEL AÑO

Por último, Adrián Ramos se estrenó como goleador con la camiseta de rayas rojiblancas horizontales. El delantero colombiano muestra un compromiso fuera de lo normal, teniendo en cuenta su situación -se supone que se marchará a China a final de temporada-. Ha asumido el reto de ser el líder y así se emplea en el césped.

Metió dos goles, y se convirtió en el primer bigoleador del Granada esta temporada. Nadie había metido un doblete hasta ahora. El segundo tanto fue una ‘delicatessen’, y su sprint en el minuto 88 para robar un balón en campo propio una declaración de intenciones. Y es que en esta nueva era del Granada, los fichajes invernales dan el callo y marcan el camino de la salvación.







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