Los diez peores fichajes de la etapa de Cordero en el Granada CF

Repasamos los peores fichajes que llegaron al Granada CF en las últimas siete temporadas con Juan Carlos Cordero como director deportivo del club nazarí

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Thievy, en su presentación como jugador del Granada CF | Foto: archivo GD
Daniel Sánchez-Garrido | @Danisgr
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Siete temporadas dan para mucho. El éxito deportivo de Cordero, Pina y su equipo reside en que el Granada siga perteneciendo a la liga de las estrellas. Año tras año se han reventado con menor o mayor acierto, pero el objetivo se ha conseguido.

En el día de ayer recordábamos los grandes fichajes que acometieron Juan Carlos Cordero y su equipo, con el beneplácito y las indicaciones de Pozzo y Pina, y que seguro pasarán a la historia del Granada CF por su rendimiento deportivo, beneficios económicos que dejaron o por los récords que han batido. Así, hoy repasamos las grandes pifias que han vestido la camiseta rojiblanca en estos años. Pasen y vean.

PAPE DIAKHATÉ (2011-2014)

Fue uno de los grandes fichajes del Granada en su regreso a la élite. El club desembolsó 4,5 millones de euros al Olympique de Lyon. Llegó para hacerse el dueño de la defensa, pero nunca se acopló a la ciudad, ni al equipo ni al fútbol español. Las lesiones tampoco le ayudaron. Pasó dos temporadas y medias vistiendo la camiseta rojiblanca en las que tan solo jugó 46 partidos en total.

Tuvo una polémica marcha del Granada. Cuando aún tenía contrato con el club nazarí se ofreció a varios equipos como jugador libre. Tras el Granada, militó en las filas de Kayseri Erciyesspor y esta última temporada defendió los colores del Nancy, de Ligue 2.

YOHAN MOLLO (2011-2012)

Llegó con el apodo del ‘Cristiano Ronaldo francés’, algo que le ha pesado demasiado durante toda su carrera. Mollo llegó procedente del Monaco previo pago de un millón de euros cuando tenía apenas 22 años.

En total, jugó seis partidos en la liga española, más uno en la competición copera. En el mercado invernal se marchó rumbo al Nancy, de la Ligue 1 de su país, tras confirmar un auténtico fracaso en su aventura en España.

La última temporada jugó en el Saint Ettiene, en Francia. En invierno se fue al Krylya Sovetov Samara de Primera División de Rusia.

ANTONIO FLORO FLORES (2012-2013)

Llegó procedente de Udinese en una de las operaciones de Pozzo. No era un delantero goleador, pero sí trabajador y de esos jugadores que aseguraba ocho goles por temporada. No se adaptó al equipo, y sí a la vida nocturna de la ciudad. En el mercado de invierno salió por la puerta de atrás habiendo disputado tan solo diez partidos y logrado un gol.

El delantero de 33 años, tras su paso por el Granada, volvió a Italia. Ha pasado por el Genoa, Sassuolo y Chievo Verona en esta última temporada, en Serie A, donde ha jugado catorce partidos y ha anotado un gol.

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Floro Flores celebra un tanto con el Granada |Foto: www.insidespanishfootball.com

ALEXANDRE COEFF (2013-2014)

Fue fichado por Udinese y cedido al Granada en otras de las operaciones de Pozzo. Venía con el aval de la juventud y de haber firmado una grandísima temporada en Ligue 2 de Francia, convirtiéndose en una de las revelaciones y grandes promesas del fútbol francés. No demostró el cartel con el que venía y tan solo jugo catorce partidos en toda la temporada.

La última temporada ha jugado en las filas del Ajaccio en Ligue 1, donde ha jugado 24 partidos.

MATÍAS CAMPOS TORO (2013-2014)

Una de las grandes incógnitas en fichajes de la etapa de Cordero como director deportivo. Pertenecía Udinese y fue cedido al Granada. Aterrizó en Los Cármenes para competir por el puesto de lateral izquierdo con Brayan Angulo, pero ni siquiera llegó a debutar con la rojiblanca horizontal.

Milita en el Audax Italiano en la actualidad, de la liga chilena.

MOHAMMED FATAU (2013-2014)

El futbolista ghanés recaló en la entidad andaluz en la 2011-2012, temporada en la que fue cedido al Cádiz. A la siguiente temporada firmó por el San Roque de Lepe. Se trataba de una de las jóvenes promesas africanas que acostumbraban a fichar el equipo técnico de Cordero.

En la 2013-2014, alternó el filial con el primer equipo. Con tan solo 20 años debutó en la liga de las estrellas en el primer choque liguero ante el CA Osasuna, y en total disputó 9 encuentros en la Liga BBVA, seis de ellos como titular. Además, con el Granada CF ‘B’ jugó un total de 15 partidos.

A pesar de haber contado con oportunidades en primera no convenció en ningún momento a ninguno de sus entrenadores. Las últimas dos temporadas ha jugado a préstamo en el Rayo Vallecano y el Almería.

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Riki, durante su etapa en el Granada | Foto: archivo GD

RIKI (2013-2015)

Llegó al Granada tras firmar una grandísima campaña en las filas del Deportivo de la Coruña. Venía con el déficit de la edad, y su último buen contrato en un club de primera división. Ni se acercó a los números por los que fue contratado. En la primera temporada como rojiblanco jugó 27 partidos, anotando un gol y dando una asistencia; en la segunda, participó en nueve encuentros. Se marchó sin hacer ruido y siendo una de las grandes decepciones de la etapa de Cordero al frente de la dirección deportiva nazarí.

La última temporada ha jugado en las filas del Guadalajara, en Segunda División B, donde no ha conseguido ser titular.

JOAQUÍN CAPARRÓS (2014-2015)

Respondía a la llamada de la afición de un entrenador de renombre que comenzara un proyecto a largo plazo que ganara en estabilidad y calidad. Tanto Cordero como Pina hicieron un gran esfuerzo para firmar a Joaquín Caparrós, uno de los entrenadores con mayor cartel en el panorama del fútbol español.

Firmaba por dos años y tuvo un comienzo espectacular. Las ilusiones se disparaban hacia lo que podía ser el año de confirmación del Granada en primera. Nada más lejos de la realidad. Los jugadores se ‘hartaron’ del mensaje de Caparrós, más preocupados de lucirse de cara a la galería que de buscar soluciones para mejorar el rendimiento deportivo.

Decisiones en alineaciones sin sentido, jugadores actuando en una posición que no es la suya y una racha de 19 partidos sin ganar desembocaron en su destitución. Su contrato ha sido una losa que han seguido pagando hasta el final de la temporada que acaba de finalizar.

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Sissoko en su presentación junto a Cordero | Foto: archivo GD

ABDOUL SISSOKO (2014-2015)

Llegó tras un buen año en Segunda División jugando en el Hercules. Fue cedido por Udinese, y convenció a Caparrós. Era centrocampista pero actuó en el lateral izquierdo con frecuencia. Tras la marcha del sevillano y mostrar un bajo rendimiento, se quedó sin ficha en la segunda vuelta.

Llegó al Mallorca libre esta temporada, donde parece que no renovará, por lo que se encuentra sin equipo en la actualidad.

THIÉVY (2015-2016)

Una de las pifias más recientes. El atacante congoleño se la ‘coló’ a todos y cada uno de los aficionados, directivos y miembros del cuerpo técnico del Granada CF. Llegó como el gran fichaje, con un culebrón eterno con el Espanyol, que duró todo el verano, por conseguir su traspaso. Se esperaba un delantero diferente y que competiría con El-Arabi por un puesto. Ni se acercó.

Thiévy Bifouma llegó con aires de prepotencia y la rebeldía por bandera. No jugó ni un partido como titular y apenas participó en ocho partidos. Desobedeció en un entrenamiento a Sandoval y fue apartado del equipo. En el mercado de invierno se fue por la puerta de atrás rumbo al Reims de Ligue 1. Este verano debe volver al Espanyol, donde le queda un año de contrato. Saldrá del equipo con toda seguridad.







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