Las personas con apnea de sueño tiene 5 veces más probabilidades de sufrir accidentes de tráfico

Las personas obesas y roncadoras son las que más suelen sufrir esta patología por tener menor volumen pulmonar

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Foto: Archivo
Sarai Bausán García | @Sarai_Bausan
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Cada vez es más común escuchar a una persona afirmar que padece de “apnea de sueño”, pero, ¿sabemos realmente lo que esto significa? Para aclarar las dudas, el neurofisiólogo Antonio Maldonado lo define: “Se trata de un cuadro de somnolencia excesiva, trastornos cognitivo-conductuales, respiratorios, cardíacos, metabólicos o inflamatorios secundarios a episodios repetidos de obstrucción de la vía respiratoria durante el sueño”. De ese modo, la persona que lo sufre hace una o más pausas en la respiración o tiene respiraciones superficiales durante el sueño.

Esta patología, también designada como síndrome de apnea-hipopnea, afecta a entre un 4,7% y un 7,8% de la población mayor de 40 años. Esta cifra aumenta conforme se incrementa la edad, pues llega al 26% en los hombres y al 21% en las mujeres en las personas mayores de 65 años.

Tal y como muestra Antonio Maldonado, el síndrome de apnea-hipopnea no está correctamente diagnosticado en la mitad de los casos, lo que afecta a la calidad de vida de las personas y aumenta la tasa de mortalidad -debido a su implicación en la aparición de problemas de hipertensión, cardiovasculares y cerebrovasculares-. De igual modo, esta enfermedad está relacionada con la aparición de accidentes de tráfico, ya que provoca somnolencia y despiste. “Los estudios muestran una probabilidad unas 5 veces mayor de sufrir un accidente de tráfico”, recalca Maldonado.

Si te preguntas si puedes llegar a sufrir esta patología, el experto lo muestra claro: si tienes sobrepeso y roncas, estás más predispuesto a padecerlo.

“Los individuos obesos, además, suelen tener menores volúmenes pulmonares, especialmente menor capacidad residual funcional, hecho que influye de manera negativa en el tamaño de la vía respiratoria y su estrechamiento”, recalca Antonio Maldonado. A esto añade que cualquier rasgo anatómigo que pueda estrechar las vías aéreas, como puede ser tener la lengua grande, tener vegetaciones adenoideas grandes puede provocar la apnea de sueño.

Otros factores predisponientes señalados por Maldonado son tomar alcohol y fumar tabaco. El sexo también influye en estos hechos. Y es que, según expresa Maldonado, en el hombre es tres veces más frecuente la aparición de apnea de sueño que en las mujeres.  “Está claro que las sociedades que por sus costumbres sedentarias y alimentarias tienen mayor proporción de obesos van a tener una población que es propensa a padecer SAHS”, muestra el neurofisiólogo.

La apnea no solo provoca esa sensación extraña al dormir, sino que con el tiempo puede provocar la aparición de problemas cardiovasculares como hipertensión arterial, arritmias, angina de pecho e infarto de miocardio o cerebral.

Las alteraciones en el sueño que provoca hacen que el paciente presente somnolencia durante el día, así como alteraciones cognitivas -falta de concentración y despistes inhabituales- y psiquiátricas -como depresión o irritabilidad-.

Para conocer si una persona sufre de esta problemática, los expertos realizan un estudio de sueño, bien mediante una polisomnografía -un estudio más completo para diagnosticarlo correctamente- o una poligrafía cardio-respiratoria.

Si ya padeces de apnea de sueño, no te preocupes, tiene tratamiento. Lo más importante para deshacerte de ella es llevar una vida sana, evitar el sedentarismo, el tabaco y tomar medicamentos que relajen en sistema nervioso.

Pero, además, los expertos deberán conocer la causa para tratarlo con eficacia. Así, si la causa de que un paciente lo padezca es el sobrepeso, lo más adecuado será tratarlo con medidas dietéticas y con un aparato de presión positiva continua en la vía aérea. Si, por otro lado, la apnea de sueño se produce en un niño que tiene vegetaciones adenoideas grandes, el tratamiento deberá ser quirúrgico para eliminarlas.







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