La Tregua de Navidad de 1914, I Guerra Mundial

Las bombas y las balas dan paso a los regalos y al fútbol en medio de la I Guerra Mundial

i-guerra-mundial
I Guerra Mundial
Avatar for Manrique PascualManrique Pascual
0

¿Puede la Navidad parar una guerra? Eso es exactamente lo que ocurrió hace 100 años, en lo que ha pasado a la historia como la Tregua de Navidad. Sucedió en el curso de la I Guerra Mundial, que enfrentó a dos amplios bloques de países: las potencias centrales por un lado y los aliados por el otro.

En el frente occidental, cerca de la ciudad de Ypres (Bélgica), se batían las tropas británicas contra las del imperio alemán. El 24 de diciembre los soldados germanos comenzaron a decorar sus trincheras y, fieles a la tradición, entonaron villancicos, en concreto el 'Stille Nacht' (Noche de Paz).

Los ingleses oyeron los cánticos desde sus próximas trincheras y replicaron con más villancicos, estos en su lengua materna. Soldados de ambos bandos se intercambiaron felicitaciones de Navidad a voz en grito, y estas dieron paso a llamadas a visitas a terreno neutral. El encuentro estaba vagamente acordado, pero alguien tenía que dar el primer paso.

WILLIE LOASBY DA EL PRIMER PASO

Este fue Willie Loasby, soldado británico de 25 años de edad que salió de su trinchera y atravesó desarmado los 36 metros que separaban ambas líneas. Precisamente una carta del soldado Loasby sobre aquella tregua ha sido subastada este mes de diciembre en Inglaterra por unos 25.000 euros.

En su carta, de ocho páginas que escribió a lápiz y envió a su madre, reconoce el pavor que sintió al cruzar esos 36 metros. También explica que conoció a un oficial alemán que le preguntó si había franceses con ellos y bromeó: "Diez franceses no hacen un inglés". El germano le regaló seis cigarrillos y una tableta de chocolate y sugirió jugar un partido de fútbol.

Dicho y hecho. El campo de batalla se transformó en un campo de fútbol. Además, la tregua sirvió para recuperar cadáveres de los muertos por la guerra. Los antiguos contendientes se saludaban, se intercambiaban regalos (como whisky o cigarrillos) e incluso celebraron ceremonias fúnebres conjuntas. En un entierro en zona neutral, británicos y alemanes leyeron unidos un fragmento del Salmo 23:

El Señor es mi pastor, nada me falta.

Sobre pastos verdes me hace reposar,

Por aguas tranquilas me conduce...

Y así la Nochebuena acalló el ruido de las armas. En muchos sectores del frente la guerra sólo duró esa noche, pero en algunas áreas se prolongó hasta el Año Nuevo e incluso hasta el mes de febrero.

Los niveles superiores de ambos ejércitos se opusieron a esta tregua, que no pudieron evitar, y en años siguientes ordenaron bombardeos en la víspera de la fiesta, así como rotaciones para que no se familiarizaran combatientes de ambos bandos. No obstante, se siguieron produciendo encuentros amigables entre ellos, si bien con un alcance menor al de 1914.

CONMEMORACIONES

En 1999, por el 85º aniversario, el grupo Khaki Chums (The Association for Military Remembrance) recreó la tregua y colocó una cruz para marcar el lugar donde se originó. La inscripción dice: "La tregua de Navidad de Khaki Chums. 1999. 85 años. No olvidar".

El último superviviente de la Tregua de Navidad murió en Newtyle (Escocia) a los 109 años el 21 de noviembre de 2005. Muchos de los que participaron dejaron testimonio escrito en cartas, gracias a las cuales la cadena británica de supermercados Sainsbury ha podido recrear el histórico episodio en un celebrado anuncio.

La Tregua también ha sido llevada al cine en la película francesa de 2005 'Joyeux Noel' (Feliz Navidad), nominada al Óscar como Mejor Película extranjera. El escritor Stanley Weintraub narra los hechos en 'Silent Night': The Remarkable Christmas Truce of 1914'.

La UEFA se ha unido a este entrañable centenario mediante la organización, el pasado 17 de diciembre, de un partido conmemorativo. Cien años más tarde, ganaron los británicos 1-0. En 1914, hay cartas que atestiguan que ganaron los alemanes 3-2. Aunque en aquella ocasión ganaron todos.







Se el primero en comentar

Deja un comentario