¡La política es… cómo un trato!

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Foto: Archivo GD
José Luis Zurita
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En sus mejores años Jesulín de Ubrique recogía orejas y bragas en los ruedos mientras aprovechaba la noche para pasearse por las televisiones. Todo era como un toro. Para argumentar cualquier respuesta necesitaba pisar terrenos conocidos y tiraba de su amigo el bóvido. “La vida es como un toro, te da gloria y cornás”.

Con los años me veo reflejado en el maestro de Ubrique más de lo que me gustaría siendo el mundo comercial mi “toro”. El mundo de las ventas, de las operaciones comerciales son mi vara de medir para entender lo que puede estar pasando - o no - en muchos otros ámbitos como la política. Las negociaciones para ver quien nos fastidia desde la Moncloa es un caso perfecto.

Pedro Sánchez sabe que tiene un producto escaso y deseado. El principal comprador, el que tiene taco, empezó la negociación ninguneado el valor del producto. Seguro de la imposibilidad del trato por izquierda no le ha pasado hasta la fecha ni una sola oferta. Ya vendrá maduro empujado por los suyos deben estar pensando. Todo un clásico de los tratos cuando crees tener la sartén por el mango.

En el mundo comercial el peor escenario es que el comprador sepa que nadie más quiere tú producto. Si no rompes esa percepción te pondrán el precio. Así de simple. La operación necesitamos otro comprador la pone en marcha un reducido grupo cercano a Sánchez y usan a Ciudadanos de muñidor. El objetivo está claro, revalorizar los 90 escaños como si fuesen 180. Se lanzan a dar verosimilitud a un segundo comprador mientras Pedro escenifica el farol y ningunea a Mariano. No te necesito le está diciendo. Sea como sea lo ha conseguido, ha puesto de los nervios al centro-derecha que ya no está convencido de ser el único comprador de los 90 escaños. Está claro que si el PP y Ciudadanos pretenden hacerle una oferta al PSOE el precio ha subido desde el la noche del #20N. La cabeza de Mariano Rajoy en bandeja de plata ya no será suficiente.

En la operación necesitamos otro comprador parte del PSOE, las baronías, están jugando un papel clave sin saberlo. Ellos son los primeros que ven posible el pacto por la izquierda y el peor escenario que habían contemplado. Tenían el epitafio de su secretario general redactado y se les ha ido de parranda. Como Presidente del Gobierno no podrían derrocarlo. Esta actitud nerviosa da verosimilitud al trato por la izquierda actuando de gancho perfecto para que en el PP los nervios se hayan desatado.

Pero todo no acaba aquí. Por más que el segundo comprador tenga los pies de barro al ser la suma de muchos, con tal de evitar un gobierno de centro-derecha se han guardad sus líneas rojas y ha tomado cuerpo esa. Iglesias ya ha dado el paso definitivo y ha puesto una oferta sobre la mesa. De nuevo da credibilidad al trato y los nervios se desbocan. La puja está abierta y Pedro se deja querer a izquierda y derecha. El precio de sus 90 escaños sube cada día al ritmo que baja el petróleo.

Bajo la espuma mediática cada uno está tomando posiciones para sacar el máximo partido a su situación y en un mundo de timoratos el más audaz suele llevarse el gato al agua. Algunos olvidan que, como diría Jesulín, la política es como un trato.







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