La cumbre de la UE y los socios del este de Europa arranca este jueves en Vilna

Rajoy
E.P
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La Unión Europea y los seis socios del Este de Europa ---Ucrania, Georgia, Moldavia, Armenia, Azerbaiyán y Bielorrusi-- celebran este jueves y viernes la tercera cumbre bilateral de la Asociación Oriental que acogerá la capital lituana, Vilna, y que estará ensombrecida por la decisión de Ucrania de suspender los preparativos para firmar un acuerdo de asociación política y un tratado de libre comercio con la UE, que ambas partes confiaban en sellar en la cumbre.

La mayor parte de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, incluido el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, asistirán a la cumbre, que estará encabezada por parte europea por el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.

Por parte de los socios del Este se espera que acudan los presidentes de Ucrania, Georgia, Armenia y Azerbaiyán, así como el primer ministro moldavo y el ministro de Exteriores bielorruso, dado que el presidente, Alexander Lukashenko, tiene vetada la entrada en la UE por reprimir las libertades civiles en el país.

La UE, que ha criticado las presiones de Rusia para que Ucrania no firme el acuerdo bilateral, confía en que el presidente ucraniano, Viktor Yanukovich, explique a los europeos en la cumbre "cómo ve la situación" tras su polémica decisión, al tiempo que dejará claro que el acuerdo "sigue sobre la mesa" hasta que Ucrania decida si lo rechaza de forma definitiva o no, según fuentes diplomáticas europeas.

El acuerdo con Ucrania se podría firmar "en unos meses o cualquier momento" si Kiev quiere y cumple las condiciones impuestas, entre ellas que resuelva el problema de justicia selectiva en el país, incluido el caso de la ex primera ministra Yulia Timoshenko, según fuentes diplomáticas europeas, que admiten que "no es probable" que se firme ya el acuerdo con la cumbre.

El Gobierno de Kiev anunció su polémica decisión el pasado jueves "por motivos económicos", horas después de que el Parlamento ucraniano fuera incapaz de aprobar una ley especial que autorizara a Timoshenko, que cumple una condena de siete años de prisión en un juicio tachado de político por la UE por un delito de abuso de poder, para que pudiera recibir tratamiento médico en el extranjero.

El presidente ruso, Vladimir Putin, rechazó ayer que la UE le responsabilice por la decisión de Ucrania e instó a los dirigentes europeos a abstenerse de "declaraciones molestas" al tiempo que dejó claro que su país no está "preparado" para "abrir sus puertas a los productos europeos" al nivel que permitiría un hipotético acuerdo comercial entre Kiev y Bruselas. También aseguró que su cooperación financiera y energética continuará con Ucrania, muy dependiente del comercio con Rusia y su ayuda financiera, además de sus suministros de gas.

La UE ya ha dejado claro que está dispuesta a dar explicaciones tanto a Ucrania como a Rusia de "las implicaciones" del acuerdo ofrecido a Ucrania, el más importante de estas características que ha ofrecido a ningún socio tercero para acercarle a Europa, pero ha rechazado la idea de Kiev de mantener discusiones trilaterales con Rusia porque insiste en que se trata de "un acuerdo bilateral" y no creen que sea una iniciativa "particularmente productiva".

La UE ha insistido en los últimos días en su convicción de que el acuerdo ofrecido a Ucrania es la mejor forma de que el país recupere la confianza de los mercados internacionales ante su delicada situación económica y no va en detrimento de sus relaciones comerciales con terceros.

El acuerdo de libre comercio ahorraría a las empresas ucranianas 500 millones de euros en aranceles al año, aumentaría su PIB en más del 6% y también tendría un impacto positivo para las negociaciones de Kiev con las instituciones financieras internacionales para lograr un préstamos de 1.000 millones de euros, según datos del Ejecutivo comunitario.

La UE ha ofrecido a Kiev unos 610 millones de euros en asistencia macrofinanciera si cierra un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional a cambio de reformas y "fondos adicionales" para ayudarle a sufragar los costes internos para aplicar el eventual acuerdo con Europa.

En todo caso, la UE ha rechazado que la decisión de Kiev sea "una fracaso" para Europa e insiste en que la cumbre será "un momento importante" para "avanzar" con otros socios del Este de Europa.

La UE también ha dejado claro a Armenia que la firma de un acuerdo de libre comercio con Europa y su adhesión a la Unión Aduanera encabezada por Rusia y en la que también participan Bielorrusia y Kazajistán son incompatibles tras el anuncio de Ereván de su intención de sumarse a ella.

ESPERA RUBRICAR ACUERDOS CON MOLDAVIA Y GEORGIA

En la cumbre, se espera que la UE rubrique sendos Acuerdos de Asociación política y de libre comercio, similares al ofrecido a Ucrania, con Moldavia y Georgia, con vistas a firmarlos en los próximos meses y firmará también un acuerdo de facilitación de visados con Azerbaiyán y un acuerdo marco para la participación de Georgia en operaciones de la UE.

También esperan rubricar con Ucrania un acuerdo para la integración gradual del país en el espacio aéreo europeo en la cumbre y respaldar los proyectos de infraestructura prioritarios, pactados a nivel de ministros en octubre. En paralelo a la cumbre, se celebrarán además sendos Foros de la Juventud, Sociedad Civil y Empresarial.

La UE lanzó en 2008 la iniciativa de la Asociación Oriental, promovida por Suecia y Polonia, para acercar a Europa a las seis exrepúblicas soviéticas del este de Europa si hacen las reformas necesarias y respetan el Estado de Derecho y los valores democráticos.

La cooperación en el caso de Bielorrusia se limita a los proyectos regionales en el marco de la iniciativa por la falta de avances en el país en materia de Derechos Humanos.







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