La Alhambra recupera el cultivo de azafrán en las huertas medievales del Generalife

La Universidad de Córdoba y el Consejo Regulador de la Denominación de Ori-gen Protegida Azafrán La Mancha participan en el proyecto de reintroducción de esta especia con la siembra de 80 kilos de bulbos

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Las Huertas medievales del Generalife cuentan desde hoy con uno de los cultivos más antiguos de la humanidad: el azafrán. Esta mañana, técnicos del Servicio de Bosques, Jardines y Huertas de la Alhambra han comenzado la siembra de 80 kilos de bulbos de esta especia, utilizada como condimento, fragancia, tinte o fines terapéuticos, que se ubicará a lo largo de 200m2 de la Huerta Grande.

El director del Patronato de la Alhambra y Generalife, Reynaldo Fernández Manzano, ha recibido de manos de Pedro M. Pérez Juan, gerente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Azafrán de La Mancha, y el agricultor y patrono de esta misma entidad, Santiago Alberca, el material a plantar y las pautas que se deberán seguir en los próximos meses para que el cultivo del azafrán sea un éxito en el Conjunto Monumental.

“El proyecto se enmarca dentro del convenio de colaboración con la Universidad de Córdoba para la recuperación de formas de cultivo andalusíes y de recuperación de variedades tradicionales e históricas, entre las que se encuentran la colección de granados históricos, y ahora el azafrán. Estamos muy agradecidos de todo el apoyo que hemos recibido del Consejo Regulador Azafrán de La Mancha”.

Durante el mes de septiembre se va a proceder a preparar el terreno en las Huertas del Generalife con un despedregado, nivelación, replanteo y asurcado de la zona elegida antes de plantar los bulbos o cormos de azafrán. “La separación de los surcos será de 45-50 cm y dentro del surco a una profundidad de unos 20 cm se colocarán los bulbos con una separación entre ellos de 1 cm. Debido a la gran cantidad de material vegetal necesario, para iniciar el cultivo y para tener un material vegetal de calidad con trazabilidad ha sido necesario contar con la colaboración de la Denominación de Origen Protegida Azafrán de La Mancha”, ha explicado Catuxa Novo, responsable del Servicio de Bosques, Jardines y Huertas del Patronato de la Alhambra y Generalife.

La floración del azafrán será en otoño y de cada flor se extraerán sólo 3 filamentos rojos (los estilos del pistilo). Será necesario secar los filamentos para poder conservarlos y esperar aún un mes más para que la especia adquiera sus cualidades gustativas. El bulbo normalmente permanece en la tierra durante 4 años. Después, se iniciará la fase del tostado, una etapa determinante en la elaboración al ser un proceso en el que la cualificación y la experiencia del personal que lo realiza son decisivas.

Originaria del extremo oriental del Mediterráneo y sudoeste de Asia, el azafrán fue cultivado por primera vez en el entorno de las islas del Egeo (Creta), aunque también existen referencias del cultivo de la especie en el antiguo Egipto. En el siglo X adquiere una gran importancia en al-Ándalus. De su existencia queda constancia en los textos agrícolas andalusíes como los de Ibn Bassal, al-Tignari, Abu I-Jayr e Ibn Luyun, entre otros, que hablan del azafrán para su uso tanto en gastronomía como en medicina y cosmética.

Actualmente, España es el segundo productor de azafrán a nivel mundial y su principal uso es gastronómico, utilizándose para ello los estigmas de su flor.







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