Jesús Quintero: "España la debe llevar en estos momentos la gente de 30 a 50 años"

El periodista, maestro de los silencios, acudió a Granada el pasado jueves para asistir como padrino en la imposición de becas de los alumnos graduados en ESCO | Ácido como pocos y pícaro hasta el extremo, Quintero recibió el cariño de colegas y público tras su discurso ante el auditorio

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Jesús Quintero en Gran Vía de Granada
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Esta entrevista, realizada minutos después de la gala de imposición de becas de ESCO, es la antísesis de las que durante décadas ha conducido con mano templada el maestro de los silencios. A Jesús Rodríguez Quintero (San Juan del Puerto, Huelva, 1940) se le ha pasado buena parte de la vida delante de un micrófono, de una cámara, ante el entrevistado y ante el público. Pero esta charla, esta conversación se produce rápida, como una tormenta de siete minutos que trona titulares, a cada cual más ensordecedor. Y luego llega el silencio.

¿Hay tiempo para el silencio en la época de Twitter? 

El silencio creo que lo heredamos de los árabes y con el silencio o destruyes lo que el otro acaba de decir o apoyas si el otro dice cosas sensibles e inteligentes. El espectador merece ese momento de silencio para que él se integre en la entrevista. Para mí, una entrevista es una cosa de tres, el entrevistado, el espectador y yo. Y quiero que él participe.

Silencio, esas miradas inquisitivas. ¿Con qué se consigue un titular? ¿Cómo se consigue un buen titular? 

Transmitiendo. Metabolizando al personaje. Que note que eres una persona honrada que va a poner todo lo que él diga, que va a ser leal en el montaje, fiel en lo que él dice. Tratarlo con extraordinario respeto. Decía Whitman: "me siento asesino cuando entrevisto al asesino". A mí me suele ocurrir eso con casi todos los personajes.

Una entrevista es una cosa de tres, el entrevistado, el espectador y yo 

ESCO

Jesús Quintero

El suyo ha sido un discurso siempre incómodo, que se sale de la norma y hoy (por el jueves) lo ha vuelto a recordar. Nadie esperaba... o tal vez sí, esas historias que ha contado. ¿Qué grado de ilusión tiene por los futuros profesionales de la comunicación?

Tienen mi credibilidad y toda mi esperanza. Creo que hay que acabar con estos medios de comunicación que no están cumpliendo una función social. No acabar... que cada uno desde su esquina venda la mercancía que quiera pero espero un renacimiento en la comunicación. La comunicación está a la deriva, unas veces en el placer, unas veces en el dolor y otras veces en la ruina. Los medios de comunicación deben sugerir cultura, convivencia, solidaridad, una sociedad no tan terrible y cruel como la que estamos viviendo.

Ha cambiado mucho el periodismo, la comunicación desde que empezó hasta ahora. ¿En qué? ¿Dónde pondría ese punto diferenciador?

Si uno le da un 10 a González Ruano o a los grandes periodistas de la historia, hoy no hay mucha gente a la que darle un 10. Creo que los que cambian el mundo son los periodistas de la investigación. Lo demás es la crónica social, las muertes, los sucesos... pero no hay contenido. Vivimos tiempos feroces, decía Alberti, para la comunicación, para la poesía. Me parece que es un tiempo en el que no estamos conectando con la sociedad y que está llevado de una manera muy brutal por los fenicios, por los mercaderes. Claro que espero mucho de la juventud, en todos los sentidos. España la debe llevar en estos momentos la gente de 30 a 50 años. Los demás, está muy bien que den consejos y que participen con su sensibilidad e inteligencia pero aquí falta gente que curre.

Decía Whitman: "me siento asesino cuando entrevisto al asesino". A mí me suele ocurrir eso con casi todos los personajes

Tengo una curiosidad. ¿Qué ve Jesús Quintero en la televisión?

No veo la televisión. Estoy muy de acuerdo en lo que ha dicho Umberto Eco: "no ver la televisión es un detalle de buen gusto". Creo que hay mucha gente que no ve la televisión. Creo que las audiencias han bajado espectacularmente y creo que se ha producido una estampida del público, del patio de butacas de la televisión. Los jóvenes están a su rollo en internet, las parejas interesantes buscan otros mundos y salen al teatro... vivimos el momento en que casi el papel ha muerto y la televisión no cumple la función social sino que se ha convertido en un circo de payasos sin gracia.

Qué no ha hecho usted. Qué le queda por hacer. 

Me gustaría hacer un programa que contuviera periodismo, cine, teatro y televisión. Encontrar un lenguaje porque la televisión, ella misma, no es nada, vive del cine, del teatro y del periodismo. Sí, es muy apasionante cuando se transmite cualquier acontecimiento desde cualquier lugar del mundo pero en lo demás no me resulta interesante. Me resulta más interesante la radio, más individual, más creativa, más imaginativa. Uno sugiere y el oyente completa. Como decía Orson Wells, la radio era una mina abandonada pero la televisión es una mina abandonada y saqueada. El medio más poderoso de todos los siglos no puede estar al servicio de los mercaderes.

La última. ¿Qué pregunta se ha guardado? ¿Cuál le queda por hacer?

Ah... se la tendría que hacer a Dios.

El medio más poderoso de todos los siglos no puede estar al servicio de los mercaderes







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