HRW denuncia que el Gobierno de Gambia está llevando a cabo una campaña de abusos contra la oposición

Durante los últimos 22 años, las fuerzas de seguridad de Gambia han utilizado métodos como la tortura, las desapariciones forzadas, las amenazas y los arrestos arbitrarios para intentar silenciar a la disidencia y conservar así a Jammeh en el poder

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Yahya Jammeh
E.P.
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La organización Human Rights Watch (HRW) ha denunciado que el presidente de Gambia, Yahya Jammeh, está llevando a cabo una grave campaña de represión contra los partidos políticos opositores a menos de dos meses de las elecciones, a los que impide participar de forma íntegra en la campaña electoral.

En un informe de 43 páginas publicado este miércoles, HRW acusa a Jammed, que accedió al poder en 1994 tras protagonizar un golpe de Estado, de llevar a cabo una campaña de abusos contra la oposición y de manipular los medios estatales para favorecer su posición de cara a las elecciones presidenciales, que tendrán lugar el próximo 1 de diciembre.

De acuerdo con las investigaciones de HRW, que ha entrevistado a más de 100 personas en Gambia, Senegal y Estados Unidos, las autoridades gambianas han amenazado, arrestado de forma arbitraria, encarcelado y torturado a cientos de miembros de la oposición. Desde el pasado mes de abril, más de 90 activistas opositores han sido arrestados por participar en manifestaciones contra el Gobierno. Al menos 30 de ellos han sido condenados a prisión.

"El Gobierno de Jammeh ha amenazado, golpeado y torturado a miembros de la oposición por ejercer sus derechos", ha manifestado Babatunde Olugboji, director de la investigación de HRW en Gambia. "A no ser que la situación mejore, los inversores internacionales de Gambia deberían imponer sanciones contra el Gobierno por su implicación en este tipo de abusos", ha reclamado.

Durante los últimos 22 años, las fuerzas de seguridad de Gambia han utilizado métodos como la tortura, las desapariciones forzadas, las amenazas y los arrestos arbitrarios para intentar silenciar a la disidencia y conservar así a Jammeh en el poder.

Ahora, a medida que se aproximan las elecciones presidenciales, las autoridades gambianas están volviendo a llevar a cabo una campaña de represión con el fin de acabar con la oposición de cara al próximo 1 de diciembre. La inmensa mayoría de los esfuerzos de las fuerzas de seguridad están dirigidos contra el principal partido de la oposición, el Partido de Unidad Democrática (UPD, por sus siglas en inglés).

MUERTE DE ACTIVISTAS BAJO CUSTODIA POLICIAL

La muerte del activista opositor Solo Sandeng el pasado mes de abril mientras se encontraba bajo custodia policial ya provocó la indignación de gran parte de la población, que denuncia la política autoritaria que lleva a cabo Jammeh.

Sandeng fue arrestado el 14 de abril por liderar una manifestación para exigir una reforma electoral. El activista fue entonces trasladado a la sede de la Agencia Nacional de Inteligencia, donde recibió una paliza por parte de los agentes de seguridad que le acabó causando la muerte.

Pocos días después, el Gobierno ordenó la disolución de las manifestaciones que tuvieron lugar el 16 de abril y el 9 de mayo, por las que arrestó a decenas de activistas, uno de los cuales también perdió la vida bajo custodia policial. Muchos de ellos han denunciado los abusos policiales. "Me llevaron a un lugar muy oscuro, donde me desnudaron. Entonces me pegaron tan fuerte que de los golpes acabé perdiendo el conocimiento", ha explicado uno de los detenidos durante dichas protestas.

A raíz de las manifestaciones del 14 de abril, Jammeh ha comenzado a hacer uso de una retórica "incendiaria" y a proferir amenazas directas contra la disidencia, según ha informado HRW. "Dejénme que advierta a esos parásitos malvados que se hacen llamar oposición. Si queréis desestabilizar a este país, haré que os entierren", declaró el mandatario en mayo.

Los discursos de Jammeh han motivado a las fuerzas de seguridad a hacer un uso excesivo de la fuerzas durante las continuas protestas que están teniendo lugar en el país, fruto del creciente descontento de la población por la campaña de represión.

De acuerdo con uno de los manifestantes entrevistados por HRW, en una ocasión, tras ser concedido la libertad bajo fianza después de haber sido arrestado durante una protesta, recibió una amenaza por parte de uno de los policías a cargo de su vigilancia. "Más te vale tener cuidado. Nos vamos a enterar de cualquier cosa que digas. La gente que está en la cárcel está a salvo. Ahora que estás en libertad, corres más peligro, porque vamos a estar vigilándote", le dijo el policía.

"Las elecciones deberían ser una ocasión para que los gambianos puedan hacer que se escuche su voz. Para demostrar a la población que pueden ejercer su voto sin medio, el Gobierno debería liberar de forma inmediata a todos los presos políticos e investigar inmediatamente todas las muertes que se han producido bajo custodia policial", ha concluido Olugboji.







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