Gorillaz dejan de ser virtuales en el Sónar 2018

La banda británica de rock alternativo brinda una jornada fantástica y Ölafur Arnalds resalta desde la fría Islandia

gorillaz festival sonar
Actuación de Gorillaz | Foto: Gabinete
David Marín
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Segunda jornada en el Sónar 2018 Music, Creativity & Technology, en su 25º aniversario. Hoy la jornada estaba marcada por dos grandes conciertos, aunque iba a ser muy intensa, puesto que ya el viernes teníamos frente a nosotros el reto del Sónar de Día y Sónar de Noche. Un desafío para para el físico sin duda.

Comenzaba la jornada con la llegada al recinto de la Fira de Montjuic, dispuestos a no quedarnos fuera del aforo en el escenario SònarComplex. Entendemos que la música de Ölafur se presta a recintos pequeños, dado que es una música de ambientes, de texturas, de detalles, pero se ha programado en el recinto más pequeño del Sonar de Día. El SònarComplex, auditorio de la Fira de Montjuic tiene un aforo de 850 espectadores, todos ellos cómodamente sentados. La actuación del islandés Ölafur Arnalds era muy esperada puesto que iba a presentar material nuevo, recién publicado y ya conocemos la calidad del músico en directo, de sus conciertos con su proyecto Kiasmos. Pero se presentaría para tocar sus composiciones acompañado de una excelente banda. Por si acaso este servidor se presentó una con una hora de antelación al SònarComplex, consiguiendo la Pole Position de la fila de espectadores y estrechando lazos con la comunidad de seguridad durante la hora de espera, que gente más maja. Esto nos aseguraría primera fila a escasos metros del maestro pianista Arnalds.

Ölafur Arnalds

Este músico moderno ha fascinado a crítica y público por igual con su mezcla de clasicismo contemporáneo, electrónica ambiental, pop y delicadas piezas que trasladan al oyente sin más al frío islandés y los páramos helados de la tierra del volcán Eyjafjallajökull. Ölafur agradecía al público asistente ya que su concierto coincidía en hora con el partido de fútbol de la selección en el mundial de Rusia. En una clara deducción, -“Probableme, la gente que ve el fútbol no sea la gente que escucha mi música…” y afirmó -“Voy a tocar temas nuevos porque estoy aburrido de tocar siempre los antiguos”. Acompañado por un percusionista, un teclista y un cuarteto de cuerda, Ölafur fue ejecutando uno a uno delicadas piezas sonoras al teclado, sintetizador y nuevo controlador, una especie de replicante que ejecuta algoritmos según las notas que Arnalds acomete en su piano. Un guiño quizá al trabajo de la música generativa de Brian Eno. Sin duda una forma más de adaptar la tecnología a la música tradicional, con excelentes resultados y sin que nadie tenga que tirarse de los pelos por ello. Vamos para lo que se viene al Sónar en definitiva. Excepcional ejecución, sentimiento a raudales, Ölafur Arnalds no defraudó a nadie aun siendo un concierto extremadamente corto, apenas 40 minutos. Lo negativo, la gente que acude a un concierto de estas características y piensa que todavía está en la pista de baile del Despacio o el SonarVillage, hay que aprender a callar cuando hay que callar y simplemente levantarte e irte del recinto si no te gusta lo que ves, pero sin hacer ruido y respetando a los demás espectadores. Es normal que, entre 850 personas, 10 sean de este último tipo, pero son las suficientes para sacar de sus casillas al resto. Por suerte, a nosotros estos energúmenos no nos arruinaron el espectáculo, saliendo del recinto con una amplia sonrisa después de haber gozado de Ölafur.

Gorillaz

Gorillaz son el cantante 2D, el bajista Murdoc Niccals, el guitarrista Noodle y el batería Russel Hobbs. Creados por Damon Albarn y Jamie Hewlett, su aclamado álbum de debut homónimo se publicó en 2001. Los siguientes discos de la banda, ganadora de los premios Grammy y los BRIT Awards, son "Demon Days" (2005), "Plastic Beach" (2010) y "The Fall" (2011). Fenómeno realmente global, Gorillaz ha encabezado las listas de éxitos en todo el mundo. Ayer ofrecieron un concierto magnífico, un repaso a su carrera, aunque no hubo tiempo para recordar todos los hits pasados. los fans de Gorillaz no tuvieron que esperar más, y “Hallelujuah Money” (con Benjamin Clementine como invitado) llegó en medio de la aclamación general. Gorillaz avanzaban de esta manera su muy esperado nuevo álbum de estudio, "Humanz", el quinto ya de su carrera. Un disco de música festiva para que todo el mundo lo pueda disfrutar. Gorillaz, no engañan son un movimiento transversal generacional, podíamos observar a muchos millennials, mucha gente de más de cuarenta y jovencitos que recién se engancharon al fenómeno Gorillaz. Acompañados por seis excelentes voces entre las que destacan las de Jehnny Beth (Savages), Danny Brown, y Benjamin Clementine de “De La Soul”. Damon Albarn, desplegó energía, bajando repetidas veces al público para enloquecer a sus fans y la banda ofreció un contundente recital de rock alternativo, pop, hip hop, reggae, ritmos electrónicos, etc… Calificaríamos el evento como divertido y muy bailable. Característicos los visuales con los dibujos de Gorillaz, acompañaron en todo momento el concierto y se da la tesitura de que ya no se esconden los músicos tras telas a media luz, sombras o pantallas de color. Estos han asumido el mando de la imagen del grupo y han dejado de ser un grupo virtual, ya les hemos visto sus caras y efectivamente hay quien andaba desencantado por este motivo, nunca llueva a gusto de todos.

Bonobo

El compositor de Brighton Simon Green, visitaba Sónar para ofrecer un magnífico concierto con la calidad y experiencia que siempre demuestra en directo junto a su banda. Con su sonido polifacético, a caballo entre el bassline y lo étnico, Bonobo cultiva esa línea de la música electrónica que a tanta gente contenta, amables melodías, ritmos contundentes y bailables con variedad de paleta musical, electrónica, trip hop, acid jazz, downtempo, chillwave, etc… Son un seguro en directo, acompañados por la constante fuente de color de la escenografía, hicieron de su show un colorido pasaje de dance que las miles de personas allí reunidas agradecieron. El artista franquicia del sello Ninja Tune, nos presentaba su último trabajo de estudio “Migration”, donde se observan nuevas influencias del maestro Amon Tobin, lo cual hace aún si cabe mayor la variedad de estilos que domina y transmite al público. No es un conjunto del que te enamores a primera vista, no es el gran vendedor de hits, pero Bonobo lleva ya tres décadas haciéndonos bailar, casi sin hacer ruido, pero participando en todos los eventos de música electrónica, de baile que se precien en el planeta.

Modeselektor

El dúo alemán, Gernot Bronsert y Sebastian Szary logran siempre hacer disfrutar a sus seguidores, s sus fans con una selección que se abre tanto al baile como a la imaginación. De todos es conocido su trabajo con Sascha Ring (Apparat), en ese monstruo que se convirtió Moderat. Posiblemente uno de los grupos de electrónica de más importancia que nunca haya existido. Esta afirmación podremos debatirla dentro de unos años. Pero, por otro lado, Modeselektor es una máquina de colaborar con todo el star system, pasando por Thom Yorke, Boys Noise, Miss Kittin, Diplo, Caribou, James Blake, Nathan Fake, etc… un largo etcétera desde luego, no para los berlineses de trabajar. Además, su exitoso sello discográfico Monkeytown. Desde luego ayer se pusieron el traje de faena, recopilaron un montón de beats y aceleraron sus bpm hasta rayar lo incontable. Movieron a todo el público que se reunió en el SonarPub y parte de la gente que estaba en las zonas de los food trucks. Fue increíble como literalmente nos hundieron en la miseria física, por supuesto, tras un rato de baile al más puro estilo Modeselektor.







Comentarios

2 comentarios en “Gorillaz dejan de ser virtuales en el Sónar 2018

  1. Hola, Hallelujah Money no la tocaron, y menos estuvo Benjamin Clementine aquí, no sé de dónde lo habéis sacado ??. Si queréis os paso foto de la setlist, que la tengo!

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