Este hombre pasa 4 años haciendo crecer árboles para construir una iglesia

En 2011, este proyecto comenzó a tomar forma cuando Barry terminó la estructura metálica de lo que sería el esqueleto de su iglesia.

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Es común que la naturaleza se termine abriendo paso entre las edificaciones de hormigón y ladrillo de las ciudades abandonadas. Lo que no es tan común escuchar es que alguien edifique una estructura hecha completamente de árboles, combinando así naturaleza y arquitectura, y menos aún, si lo que se edifica es una iglesia.

Barry Cox es un neozelandés apasionado de los árboles y enamorado de la arquitectura, el diseño y, particularmente, de la construcción de iglesias. Su pasión por esto último, según Cox cuenta al equipo de Stuff, quizá le venga de familia, por sus ascendencia italiana o tal vez porque de pequeño, con tal sólo 10 años, anunció que quería se Papa, pero terminó conformándose con ser monaguillo en Shannon, Horowhenua.

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Después de viajar por todo el mundo y visitar muchas iglesias, Cox decidió construir la suya propia en su casa pues decía que es lo que le faltaba a su jardín. Para el procedimiento, este hombre aprovechó su negocio (Treelocations) -una empresa que dedica a extraer de la tierra árboles vivos con una máquina especial y trasladarlos a otra ubicación- y comenzó a traer las especies arbóreas que él tenía en mente para la formación de su iglesia.

En 2011, este proyecto comenzó a tomar forma cuando Barry terminó la estructura metálica de lo que sería el esqueleto de su iglesia. A continuación, plantó los árboles que quería para las paredes -unos cuya corteza se asemejara al color de las piedras- y para el techo -uno poco frondoso, para que el interior de la iglesia recibiese luz natural.

En 2015, cuatro años después, la Iglesia Tree Gardens de Cox terminó de construirse y el resultado es tan espectacularmente asombroso que, después de mucho insistir por parte de amigos y familiares, la familia Cox cedió en hacer público su pequeño rincón privado.

Desde enero de este año, las parejas que así lo deseen, pueden casarse en esta particular iglesia 'viva' que no tiene igual en el mundo, en un marco de cuento idílico, en mitad de la naturaleza (literalmente).







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