El profesor de un colegio de Granada que cruzará el Estrecho a nado por una buena causa

Bart de Rooze no es profesor común. Trabaja en Granada, en el colegio El Carmelo. Es belga, vive en Ogíjares y es nadador amateur, aunque hay que verlo, porque en su currículo acumula varios reconocimientos bajo el agua.

Entre el 14 y 21 de mayo nadará desde el puerto de Tarifa hasta la costa marroquí. Son entre 14 y 20 km de distancia y tardará entre cuatro y cinco horas (todo depende de las condiciones meteorológicas del día). Pero, no lo hará solo, Bart irá acompañado de tres amigos, Lourdes Moreno, Alberto Frías y Dionisiso Torres, del club ANTA de La Zubia.

El principal objetivo de esta aventura de cruzar el Estrecho es recaudar fondos para la Fundación Vicente Ferrer y para la ONG Prokarde, que elabora proyectos para el desarrollo de distintos países. Lo hará a través de patrocinios, que pueden ir desde los cinco euros hasta la cantidad que uno quiera, pero “con hacerlo ya es un logro y si, encima, nos dan diez euros, pues bienvenidos sean”, comenta este profesor de idiomas amante del deporte.

Entre bromas, Bart se convence de que es un momento perfecto para afrontar el reto porque “ya no tenemos 25 años y no podemos esperar a cumplir los 50. Nos pusimos en contacto y nos dijeron que en mayo se podía hacer y ya estamos entrenando a tope”.

Lourdes Moreno, Alberto Frías, Bart y Dionisiso Torres, del club ANTA de La Zubia.

La meta que se han puesto Bart y sus tres escuderos es la de “recaudar entre 2.000 y 3.000 euros”, pero no sólo de patrocinios. Este grupo de amigos ha creado una iniciativa de crowdfunding en la plataforma migranodearena.org en la que los interesados podrán hacer sus aportaciones por la causa. “Lo bueno de esta página es que el dinero va directamente a la Fundación Vicente Ferrer”, por lo que no hay ningún tipo de intermediario.

Apoyo logístico
Cruzar el Estrecho de Gibraltar a nado no es algo que se haga todos los días. Por eso, aparte de necesitar la ayuda económica, este grupo irá acompañado de un velero que les servirá para volver y una zodiac “ que va a nuestro lado y nos ofrece avituallamiento cada 45 minutos/una hora".

Bart advierte que las embarcaciones que acompañan son “solo de apyo. Si en algun momento tocas el barco la prueba queda anulada de inmediato”.

Los cuatro valientes que cruzarán el estrecho

Un ejemplo para sus alumnos
La emoción que desprende este belga es, a partes iguales, por el reto y por ser un ejemplo para los niños a los que da clase a diario y “enseñarles los valores de superación y esfuerzo”.

Su alumnos lo ven como una barbaridad porque “para ellos el Estrecho está lleno de tiburones y bichos raros, pero al mismo tiempo les fascina que su profe haga el reto o por lo menos lo intente”.