El Papa recuerda a las víctimas del terrorismo y la guerra en la misa del Domingo de Ramos

La ceremonia del Domingo de Ramos, con la que la Iglesia católica inicia la Semana Santa, comenzó con la Procesión de las Palmas, que rememora la entrada de Jesús a Jerusalén

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Foto: Archivo GD
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El Papa ha recordado los dramas que hoy laceran el mundo, como el terrorismo, la guerra, la esclavitud, el comercio de armas o el descarte durante la homilía de la misa de Domingo de Ramos que ha celebrado en la Plaza de San Pedro.

"Él está presente en muchos de nuestros hermanos y hermanas que hoy, hoy sufren como él, sufren a causa de un trabajo esclavo, sufren por los dramas familiares, por las enfermedades... Sufren a causa de la guerra y el terrorismo, por culpa de los intereses que mueven las armas y dañan con ellas. Hombres y mujeres engañados, pisoteados en su dignidad, descartados... Jesús está en ellos, en cada uno de ellos, y con ese rostro desfigurado, con esa voz rota pide que se le mire, que se le reconozca, que se le ame", ha subrayado ante fieles llegados de todo el mundo.

Para los católicos, la misa del Domingo de Ramos representa la entrada triunfal del Mesías en Jerusalén como preludio de su tortura y muerte y es la primera de las celebraciones que tendrá lugar esta Semana Santa, la quinta de Francisco.

Ante decenas de miles personas venidas de todo el mundo, el Pontífice ha reivindicado a Jesús como "un Mesías bien definido" porque es el "gran Paciente del dolor humano". Así rechazó definiciones que ligan a un "iluso que siembra falsas ilusiones", "un profeta 'New Age'" o "un vendedor de humo".

"Él nunca prometió honores y triunfos. Los Evangelios son muy claros. Siempre advirtió a sus amigos que el camino era ese, y que la victoria final pasaría a través de la pasión y de la cruz. Y lo mismo vale para nosotros", ha recalcado. "Para seguir fielmente a Jesús, pedimos la gracia de hacerlo no de palabra sino con los hechos, y de llevar nuestra cruz con paciencia, de no rechazarla, ni deshacerse de ella, sino que, mirándolo a él, aceptémosla y llevémosla día a día", ha agregado.

Durante la homilía, el Papa ha instado a los católicos a pensar "en las calumnias, los ultrajes, los engaños, las traiciones, el abandono, el juicio inicuo, los golpes, los azotes, la corona de espinas" hasta la crucifixión en esta Semana Santa.

La ceremonia del Domingo de Ramos, con la que la Iglesia católica inicia la Semana Santa, comenzó con la Procesión de las Palmas, que rememora la entrada de Jesús a Jerusalén. El Papa ha comenzado la celebración bendiciendo las palmas y las ramas de olivo con agua bendita y luego prosiguió la procesión desde el obelisco de la Plaza hasta el altar instalado en la escalinata de la Basílica de San Pedro.

El Pontífice ha estado acompañado en la procesión por algunos obispos y cardenales y 270 jóvenes, 170 italianos y 100 llegados de todas las partes del mundo, debido a que hoy la Iglesia católica celebra el Día Mundial de la Juventud.

Tras la celebración, el Papa ha recordado la cita que tendrá con los jóvenes de todo el mundo en Panamá del 22 al 27 de enero durante la celebración de las Jornadas Mundiales de la Juventud.







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