El Melilla Baloncesto, segunda piedra en el camino del Covirán Granada

El conjunto norteafricano será el rival de los de Pablo Pin en la jornada intersemanal

MELILLA-BALONCESTO
Los jugadores del Melilla Baloncesto tras el triunfo de la primera jornada | Foto: Web oficial Melilla Baloncesto
Chema Ruiz España | @Chema_Ruiz22
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La jornada entre semana de la LEB Oro lleva esta noche al Covirán Granada a una de las ciudades autónomas con las que cuenta España. El Melilla Baloncesto recibe al conjunto rojinegro en una temporada en la que, una vez más, tratará de lograr un ascenso que el curso pasado se le escapó en la última prueba.

El conjunto norteafricano acabó la pasada campaña a un solo paso de la ACB. El cuadro melillense perdió en la final del playoff por 97-67 ante Manresa, con lo que se acabó su sueño de promocionar a la máxima categoría del baloncesto español. Lo retoma esta campaña con una plantilla renovada casi por completo a la que, además, ahora se ha añadido el pívot brasileño Felipe Dos Anjos.

Los de Alejandro Alcoba, al igual que el Covirán, saldaron su primer encuentro con victoria, ante el Sáenz Horeca Araberri. El cuadro melillense se impuso en Mendizorroza por 109-111 en un partido que, además de servir para establecer la segunda máxima puntuación en un partido de los norteafricanos, ya ha permitido ver algunas de sus armas.

Entre estas destaca Gediminas Zyle, cuyos 26 de valoración le convirtieron en el MVP de su equipo en el primer partido, debido en gran parte a sus 20 puntos y 12 rebotes. En la faceta anotadora, sin embargo, es otro nombre el que sobresalió. Con un total de 23 puntos en su casillero particular, José Miguel Urtasun se convirtió en el máximo anotador del conjunto melillense en el primer choque.

Otros nombres destacados fueron los de Josep Franch, cuyos 18 puntos y cinco asistencias le permitieron acumular 21 de valoración, y que anotó 19 puntos y recogió 6 rebotes para obtener una valoración de 18, al igual que Jesse Chuku. Todos ellos son los protagonistas de un sistema de juego vertiginoso que asegura un gran número de posesiones y, como consecuencia directa, un marcador alto tanto para el Melilla Baloncesto como para su rival.







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