El despido de Alcaraz, culmen de una temporada caótica

El conjunto rojiblanco anunció ayer el cese del granadino, que dice adiós a su etapa más negra como técnico rojiblanco, y da las riendas del equipo a Tony Adams

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Lucas Alcaraz, junto a Kangning Wang, mano derecha del presidente John Jiang | Foto: Pepe Villoslada / GCF
Daniel Sánchez-Garrido @Danisgr
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El Granada CF anunciaba ayer, lunes, casi un día después del choque ante el Valencia, el despido de Lucas Alcaraz. El granadino era cesado en su puesto, diciendo adiós a su tercera etapa al frente del club de sus amores, su equipo de corazón, el Granada Club de Fútbol.

Probablemente, Alcaraz se despida de la que ha sido su estancia más negra como entrenador del conjunto nazarí. Ya lo dijo Lucas Alcaraz en rueda de prensa posterior al encuentro frente al Valencia: "Hasta el día de hoy, encuentro pocos días peores para mí". Desde el Club aludieron a la situación del equipo y los últimos resultados, aunque quién sabe si su exceso de sinceridad en sus declaraciones también tengan algo que ver: "Ni a nivel de club, ni de plantilla, ni de cuerpo técnico, estamos a una altura digna. No estamos a la altura de la ciudad, de la categoría ni de la afición".

Perder ante el Valencia, mirando al futuro, se traducía como que el Granada se asomaba casi con el cuerpo entero a Segunda División. Quedándonos en el presente, Alcaraz es destituido. En su lugar llega Tony Adams. Aunque en realidad, el exfutbolista inglés hace un cambio de escenario. Del despacho al césped, donde ha disfrutado como futbolista de sus mejores logros en el pasado.

Si la decisión que toma el Club es la correcta o no abre un debate muy amplio, aunque lo que sí está claro es que si había alguna posibilidad de ‘granadinización’ -de la que tanto hablaron los nuevos dirigentes al llegar-, o de alcanzar una identidad concreta y sentar las bases de lo que podría ser el Granada del futuro, Lucas Alcaraz era una persona innegociable.

Es evidente que los números conseguidos por el técnico en este mandato no han sido los mejores. Así, ciertas actuaciones mediocres del equipo en momentos clave de la temporada ante rivales directos también pusieron en duda la posición de Alcaraz. En la que ha sido su tercera etapa como técnico rojiblanco, el granadino ha dirigido 24 partidos de Liga y dos de Copa del Rey, dejando unos guarismos de cuatro victorias, seis empates y 14 derrotas en el campeonato liguero, y de un triunfo y una derrota en el torneo copero.

La temporada ha sido un caos, está claro. Pero lo ha sido desde el principio, cuando Alcaraz aún no estaba, ni se le esperaba, con un Piru sobrepasado, un Jémez autodestructivo y una inoperancia absoluta por parte de la directiva. Así, con el descenso siendo prácticamente un hecho, a falta de ser matemático, se podría haber optado por validar ese año de contrato que aún le quedaba a Alcaraz, que renovó meses atrás hasta 2018. Pero no, el despido de Lucas es el culmen del caos nazarí, y de sus dirigentes, y más aún cuando relees la rueda de prensa -especialmente, las palabras de Vieta y Jiang- que se dio con motivo de la renovación del granadino.

Esto hubiera supuesto dar el mando desde cero a un entrenador experimentado en el fútbol español, un granadino de corazón y una forma de darle una mínima continuidad a cualquier inicio de proyecto futuro, ya en Segunda División.

Sin embargo, el Club ha decidido confiar en Tony Adams, que es un hombre de confianza del presidente, John Jiang, y llevaba tiempo al frente de la dirección deportiva, tras el cese de Piru.

El exfutbolista del Arsenal, que es vicepresidente de DDMC (empresa de Jiang), será el cuarto hombre que dirija esta campaña al equipo nazarí, tras el paso de Paco Jémez, Lluís Planagumà y Lucas Alcaraz. Es la primera experiencia en los banquillos del inglés, que intentará en las siete jornadas obrar un auténtico milagro para que el equipo se salve, o, más bien, alargar lo máximo posible la confirmación de un descenso seguro. Su primera prueba, el domingo, a las 20:45, ante el Celta de Vigo, en Los Cármenes.







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