El Consejo de Seguridad de la ONU aprueba el despliegue de una fuerza policial en Burundi

El objetivo de la resolución es desplegar "una contribución policial de la ONU para aumentar la capacidad de la organización de seguir la situación de seguridad

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E.P
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El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha decidido, por unanimidad, aprobar este viernes una resolución presentada a instancia de Francia que debe facilitar el despliegue de una fuerza policial en Burundi, un país que se acerca peligrosamente a una guerra civil.

Estados Unidos se ha opuesto a respaldar esta resolución hasta el último momento, debido a lo que señalaron como una falta de precisión en el texto redactado. Según Washington, en lo referente al "desarme" --el texto original instaba a la ONU a ayudar a los burundeses en el proceso de desarme--, el lenguaje era demasiado impreciso y la cláusula, ambigua, ya que Pierre Nkurunziza, presidente del país, había lanzado una campaña de desarme contra la oposición.

Una vez desaparecida esta cláusula del texto final, la resolución ha sido aprobada por unanimidad, tal y como asegura Radio France Internationale (RFI).

Esta resolución no prevé formalmente el despliegue de una Policía en el país, sino que pide al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, que se vuelva a presentar ante el Consejo en los próximos 15 días para presentar las opciones disponibles para este despliegue.

"Necesitamos que Naciones Unidas esté aún más presente en el terreno", ha asegurado el embajador de Francia ante la ONU, François Delattre. "Esta resolución ayudará a la comunidad internacional a reaccionar rápidamente para evitar lo peor", ha añadido, en declaraciones recogidas por RFI.

El objetivo de la resolución es desplegar "una contribución policial de la ONU para aumentar la capacidad de la organización de seguir la situación de seguridad, promover el respeto a los Derechos Humanos y hacer avanzar el Estado de Derecho".

Según diplomáticos, esta fuerza podría estar constituida por expertos y observadores, cuyo papel y cifra aún se desconoce. Si bien París espera ver un centenar de agentes en Buyumbura, la capital, el embajador burundés ante la ONU ha dejado caer ante la prensa que no aceptará más de 20 ó 30 efectivos.

En cuanto al número, también Washington y París han tenido algunas diferencias. Estados Unidos es partidario de enviar un contingente importante para evitar un genocidio en el país, mientras que Francia cree que la presencia comedida de la ONU permitiría alcanzar una solución pacífica a la crisis.

BURUNDI, AL BORDE DEL COLAPSO

El máximo responsable de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, aseguraba hace un par de semanas que Burundi está atenazada por la situación en la que se encuentra, entre continuos abusos de los Derechos Humanos, y advirtió de que está al borde de una repentina escalada de violencia "de proporciones masivas".

En declaraciones al Consejo de Seguridad, Al Hussein indicó que pese a haber visto ciertos progresos, como la liberación de algunos detenidos, la reapertura de una emisora independiente de radio o la cooperación gubernamental con expertos de derechos independientes, las violaciones graves continúan en el país.

"La violación continuada de los Derechos Humanos y la impunidad de los perpetradores significa que gran parte del pueblo de Burundi vive bajo terror", afirmaba Al Hussein. "El país sigue al borde de una repentina escalada de violencia hacia proporciones masivas", añadía.

Burundi vive en una situación de inestabilidad social desde el pasado mes de abril, cuando el Nkurunziza anunció su intención de presentarse para un tercer mandato. Su decisión ha generado una oleada de protestas y el rechazo de la oposición, que tacha la medida de inconstitucional. Desde entonces más de 400 personas han muerto y grupos para la defensa de los Derechos Humanos han advertido de que el país podría estar deslizándose hacia una nueva guerra civil.







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