Consejos para hacer que la vuelta al cole sea un juego de niños

Afrontar un nuevo curso escolar puede convertirse para los más pequeños en un obstáculo. Para que no haya muchos dramas, los expertos aconsejan no romper abruptamente con los momentos de ocio

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Una de las cosas más difíciles de hacer en septiembre es la vuelta al colegio. Tantos los protagonistas de esta aventura como sus padres sufren esta nueva rutina en la que hay recordar a los despertadores a qué hora deben sonar y hay que volver a ordenar alimentos en el frigorífico y en las mochilas. Y por eso conviene seguir algunos consejos para favorecer a los más pequeños de la casa y a los mayores un retorno fácil y sin muchos sobresaltos.

No existen fórmulas mágicas para volver a acomodarse. Ya ha llegado y, como si de un nuevo coleccionable se tratasen, los hábitos llegan para instalarse entre nosotros e ir renaciendo cada lunes con los madrugones. Los expertos suelen advertir de que los cambios no deben hacerse bruscamente y de que hay que crear un incentivo para motivar a los niños de manera que se adapten con su propio ritmo.

Salir a pasear para desconectar. Todavía quedan tardes soleadas aunque las vacaciones hayan quedado atrás así que aún hay momentos de ocio que nos obligan a salir a la calle y a seguir disfrutando del buen tiempo; un paseo en bicicleta, un buen libro de aventuras en un parque o un paseo al cine son las mejores opciones para pasar las tardes entretenidas. Los juegos en familia también son una buena opción con la que no aburrirse y con la que las risas aparezcan rápidamente.

Lista de la compra saludable. A la vuelta de las vacaciones, el frigorífico suele estar vacío y la clave es llenarlo con alimentos que contrarresten los excesos de los días libres y que, a la vez, nos ayuden a configurar una dieta equilibrada. Entre las costumbres de lunes a viernes, incorporar algo novedoso en la lista de la compra resulta un incentivo para que la depresión postvacacional y postverano no pueda con nosotros. El remedio para esa ansia de caprichos tiene que ser algo dulce pero que no engorde; algo lleno de sabor pero que no tenga azúcares. Y la solución es muy fácil; Yummeat son golosinas sin azúcar y sin grasas para que la hora del recreo se endulce y esté repleta de color… y que además, en palabras de su CEO, Juan Perteguer, “una vez que se prueba es demandado a partes iguales por parte de padres e hijos”.

Ordenar recuerdos. Una buena manera de aceptar el paso de los días en el calendario es organizar los buenos momentos. Las manualidades y los dibujos de los niños pueden adornar bastante un bonito álbum de fotografías con los mejores instantes veraniegos, insistiendo en la originalidad infantil para guardar en la memoria los recientes recuerdos y poder presumir de ellos en los primeros reencuentros escolares.

Más deporte. Cualquier actividad física nos conciencia de que nuestra salud debe seguir siendo lo primero en cualquier época del año y más ahora en la que hay que volver a establecer prioridades. Seguro que cada príncipe y princesa de la casa tiene sus gustos y será divertido que una parte de su tiempo lo aproveche para hacer su deporte favorito; baile, natación, baloncesto, patinaje… la ilusión por empezar algo nuevo les hará entusiasmarse más que por los deberes.







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