Brecha social en la UE: niños y jóvenes, los más perjudicados por la crisis

La Fundación Bertelsmann estudia la evolución de las oportunidades en los 28 Estados miembro de la Unión Europea | La brecha social entre jóvenes y mayores está creciendo | España ocupa el puesto 23 en el índice general

BRECHA
Foto de portada del Informe Social Justice in the EU - Index Report 2015.
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Los niños y los jóvenes son los grandes perjudicados por la crisis económica y financiera en Europa. En la UE hay aproximadamente 26 millones de niños y jóvenes en riesgo de pobreza o exclusión social, lo que equivale al 27,9 % de los menores de 18 años. Los 5,4 millones de jóvenes que ni trabajan ni estudian tienen muy pocas perspectivas de futuro. Existe una importante brecha en cuanto a la justicia social entre el norte y el sur, y entre jóvenes y mayores. Este es el resultado del Social Justice Index, con el que la Fundación Bertelsmann estudia anualmente cómo evoluciona la justicia social en los 28 Estados miembro de la UE. España ocupa el puesto 23 en este índice.

5,4 millones de jóvenes ni estudian ni trabajan

Solo en España, Grecia, Italia y Portugal, el número de niños y jóvenes en riesgo de pobreza o exclusión social ha aumentado en 1,2 millones desde 2007 (de 6,4 a 7,6 millones). Este segmento de la población tiene serias carencias materiales o vive en un núcleo familiar con menos del 60 % de la renta media o con apenas ningún miembro en situación de empleo.

También hay muchos ciudadanos de la UE de entre 20 y 24 años en situación precaria. De ellos, 5,4 millones (el 17,8 %) ni estudian ni trabajan. En 25 Estados miembro, el número de ellos ha aumentado considerablemente desde 2008; en los últimos años, las perspectivas de futuro para este grupo de edad solo han mejorado en Alemania y Suecia. El cambio más negativo se ha producido en los países del sur: en España, los jóvenes de entre 20 y 24 años que ni estudian ni trabajan han aumentado del 16,6 % al 24,8 %, y en Italia, del 21,6 % al 32 %.

Crece la brecha intergeneracional

En un análisis a largo plazo se observa que la brecha entre generaciones también está creciendo en toda Europa. Mientras que la proporción de niños en riesgo de pobreza o exclusión social ha pasado del 26,4 % al 27,9 % desde 2007 (según la media de la UE), el porcentaje correspondiente a los mayores a partir de 65 años se ha reducido del 24,4 % al 17,8 %. La causa principal de este fenómeno es que las pensiones no han bajado o no han bajado tanto durante la crisis como los ingresos de la población joven.

La divergencia entre jóvenes y mayores se está agrandando como consecuencia de tres tendencias presentes en toda la Unión Europea: el creciente endeudamiento de las arcas públicas, que afecta sobre todo a las generaciones jóvenes; el estancamiento de la inversión en educación e I+D; y el envejecimiento de la sociedad, que pone en peligro la sostenibilidad de los sistemas de seguridad social. Desde 2008, la deuda de los países de la UE en relación con su rendimiento económico ha crecido, en promedio, del 63 % al 88 %.

Aart De Geus, presidente de la Fundación Bertelsmann, advirtió de las consecuencias que puede acarrear esta situación: “No podemos permitirnos crear una generación perdida en Europa, ni desde un punto de vista social ni desde un punto de vista económico. La UE y los Estados miembro deben esforzarse especialmente por mejorar a largo plazo las oportunidades de los más jóvenes”. También hizo referencia al compromiso y la iniciativa de la UE por el empleo juvenil. Estas importantes iniciativas deben aplicarse en los Estados miembro de forma coherente y deben apoyarse con los recursos económicos necesarios. Pese a que en muchos países de la UE ya se observan ligeras mejorías en el mercado laboral, tras muchos años de declive todavía no puede hablar de un cambio de tendencia en cuanto a justicia social.

España no ofrece perspectivas de futuro a las nuevas generaciones

España ocupa el puesto 23 en el índice general y es uno de los países que más ha bajado en los últimos años. Destaca especialmente la desigualdad a la que se enfrentan las nuevas generaciones. La brecha económica entre jóvenes y mayores ha crecido muchísimo durante la crisis: la proporción de niños y adolescentes afectados por la pobreza y la exclusión social ha vuelto a aumentar y alcanza casi el 36 % (puesto 24), tres veces más que entre las personas mayores. Aunque los datos del mercado laboral han vuelto a mejorar ligeramente, la situación de España sigue siendo dramática en comparación con el resto de la UE: la tasa de empleo es del 56 % (puesto 25), aproximadamente un 8 % más baja que en 2007. Al mismo tiempo, la tasa de desempleo ha aumentado más del doble: del 11,3 al 24,6 % (puesto 27). Los que tienen menos posibilidades de encontrar trabajo son los desempleados de larga duración, las personas poco cualificadas y los jóvenes. El desempleo de larga duración se ha incrementado en más de seis veces desde 2008, y la tasa de desempleo entre los jóvenes es del 53,2 %, la más alta de todos los países de la UE. En cuanto al abandono escolar temprano, pese a haber descendido en los últimos años, se sitúa en el 21,9 % y sigue siendo el más alto de todos los países de la UE. Se observan grandes carencias en la transición de la escuela al mundo laboral y, a la vista de la falta de perspectivas de futuro de muchos jóvenes, las consecuencias sociales y económicas serán enormes.







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