Aumentan las denuncias contra las fuerzas de seguridad de Turquía por torturar a presuntos traidores

Más de 125.000 personas han sido suspendidas y otras 40.000 han sido arrestadas por rebelión y terrorismo en relación con la intentona golpista

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E.P.
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Varias organizaciones de defensa de los Derechos Humanos han alertado de un aumento de las denuncias contra las fuerzas de seguridad de Turquía por haber incurrido en torturas y abusos contra presuntos traidores y disidentes en el marco del estado de emergencia, que fue declarado en julio tras el intento de golpe de Estado.

Las acusaciones de violación de los Derechos Humanos durante las detenciones han aumentado notablemente en el país, donde más de 125.000 personas han sido suspendidas y otras 40.000 han sido arrestadas por rebelión y terrorismo en relación con la intentona golpista, según ha informado la BBC.

"Algunos tienen las muñecas rotas y presentan fracturas y cortes", ha advertido la abogada Selcen Bayun, cuyo cliente sufrió quemaduras en las piernas y contusiones en la cabeza. Según Bayun, la mayoría de los detenidos son militares.

"Debido a las grandes restricciones que existen, la Policía y los guardias de seguridad de las prisiones están presentes en todas las visitas que los abogados hacen a los detenidos, e incluso intervienen en las conversaciones y leen la correspondencia. Nuestros clientes temen decir por lo que han pasado", ha afirmado la letrada.

Según se puede observar en una serie de vídeos publicados por la BBC, algunos militares, así como miembros de la oposición y voces disidentes, han sufrido heridas graves mientras estaban bajo custodia. Kamil Uluc, que fue detenido en agosto tras ser acusado de pertenecer al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), ha denunciado que fue brutalmente torturado.

"Tenían fotografías de unas 200 personas y querían que dijéramos que pertenecían al PKK. Cuando me negué, me torturaron. Ataron cuerdas a nuestros testículos. Fuimos llevados al hospital pero la Policía le ordenó a los médicos que no dejaran constancia de nada", ha señalado Uluc.

"Me dijeron que si no hablaba traerían a mi mujer y la violarían delante de mí. Después me llevaron a una habitación oscura e intentaron introducirme una porra por el ano", ha añadido. Según algunas organizaciones, los políticos de la oposición también se están viendo afectados.

ABUSOS CONTRA DISIDENTES

El hijo de uno de los diputados del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), Cihad Saatcioglu, fue detenido durante una protesta. Su informe médico incluye traumatismos, heridas y rotura de huesos, entre otros.

"Desde el momento en que fui arrestado hasta que llegué al hospital me estuvieron golpeando. Golpeaban nuestras cabezas contra la pared sin cesar. Cuando llegué al hospital intentaron presionar a los médicos, pero los informes corroboraron lo que había sucedido, y no se trata de una excepción", ha aseverado Saatcioglu.

A pesar de que Erdogan contribuyó a disminuir el uso de la tortura policial cuando llegó al poder por primera vez, en 2002, el reciente aumento de la violencia entre el Gobierno y los milicianos kurdos en el este del país ha provocado acusaciones por parte de organizaciones de defensa de los Derechos Humanos.







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