Analizan los riesgos de implantar un marcapasos tras reemplazar la válvula cardiaca

El estudio muestra que los problemas son a corto y largo plazo e incluyen más tiempo en el hospital y la unidad de cuidados intensivos, así como un mayor riesgo de muerte

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Foto: E.P./MEDTRONIC
E.P.
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Los pacientes que se someten a un reemplazo de válvula cardiaca mínimamente invasiva, conocido como TAVR, a veces desarrollan problemas de ritmo cardiaco que requieren la colocación de un marcapasos permanente, pero cuando se necesita un marcapasos poco después del TAVR, los pacientes suelen tener peores resultados que aquellos que no necesitan un marcapasos, según un estudio publicado en 'JACC: Cardiovascular Interventions'.

El estudio muestra que los riesgos son a corto y largo plazo e incluyen más tiempo en el hospital y la unidad de cuidados intensivos, así como un mayor riesgo de muerte.

"Aunque los marcapasos pueden y ayudan a salvar vidas, lo que nuestro estudio muestra es que cuando se coloca TAVR dentro de un mes después, puede estar asociado con peores resultados en comparación con aquellos que no necesitan marcapasos", afirma el investigador principal del estudio, Opeyemi Fadahunsi, experto en cardiología en la Universidad de Dalhousie en Halifax, Nueva Escocia, Canadá. En el momento en que se realizó el estudio, Fadahunsi trabajaba en el 'Reading Health System' en West Reading, Pensilvania, Estados Unidos.

El reemplazo de válvula aórtica de Transcatheter, o TAVR, es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo relativamente nuevo que repara la válvula cardiaca aórtica sin necesidad de extraer la válvula vieja. A menudo, un paciente pasa menos tiempo recuperándose y evita algunos de los riesgos asociados con el reemplazo de válvula a corazón abierto. Normalmente se recomienda para los pacientes que no son capaces de someterse a un procedimiento de corazón abierto tradicional, generalmente personas en las edades de los 80 o 90 años que tienen otras enfermedades médicas que hacen de la cirugía a corazón abierto una opción menos viable.

Usando datos del Registro TVT STS/ACC, los investigadores analizaron pacientes sometidos a TAVR en Estados Unidos en 229 sitios entre noviembre de 2011 y septiembre de 2014 para ver cómo les afectó la implantación de marcapasos permanente después de que se les sometiera a TAVR.

De los 9.785 participantes del estudio, 651 necesitaron un marcapasos permanente dentro de los 30 días del procedimiento TAVR. Aquellos que necesitaron un marcapasos permanente permanecieron más tiempo en ingresados en el hospital y en la unidad de cuidados intensivos, además de registrar un mayor riesgo de muerte por cualquier causa a un año. Además, se incrementó en un año la combinación de muerte por cualquier causa u hospitalizaciones por insuficiencia cardiaca.

"Aunque TAVR es un gran avance en la atención médica, los cardiólogos necesitan entender mejor cómo prevenir que los pacientes desarrollen problemas de ritmo cardiaco y por qué los pacientes que necesitan marcapasos en el marco de la TAVR reciente tienen peores resultados --apunta Fadahunsi--. Encontramos en nuestro estudio que la necesidad de un marcapasos era más común en ciertos tipos de válvulas y en las válvulas de mayor tamaño, en aquellos sometidos al procedimiento en una edad avanzada, y los que estaban más enfermos".







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